dimarts, 14 d’abril del 2020

Dimarts de Pasqua

Feliz día, CoronaVida

Una de las puertas del templo de Jerusalén era la "puerta hermosa". Allí sucedió una cosa muy hermosa. Un hombre, paralítico de nacimiento, pedía limosna. Pasaron Pedro y Juan. Pedro miró al paralítico y le dijo: "yo no tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda". El paralítico se levantó y se puso a andar y saltar y dar gracias a Dios.

¿Ves? Pedro y Juan son ricos de verdad: no tienen plata ni oro, pero tienen a Jesús. Tener a Jesús, darlo a los demás, y así tenerlo cada vez más. Esto es ser apóstol. Tú y yo podemos ser así.


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